Juan Antonio Aguilera Mochón. Diario
“El Profeta”
Según
rumores no confirmados, el célebre aprendiz de mago Harry Potter podría ampliar
estudios en algún instituto español. La revista Corazón de Bruja recoge
comentarios de los alumnos de Hogwarts, que han acogido excitados las noticias
de la existencia en España de una asignatura mágica, con el nombre de
"Religión", que, según los “obispos”, es un “saber científico”, y que
tendrá tanto valor como la Física, la Biología, la Lengua… La amiga de Harry,
Hermione, hizo saber a sus compañeros que la Religión es una asignatura más
mágica que la "Aritmancia" o la "Defensa contra las artes
oscuras"; en ella se siguen las enseñanzas de un célebre mago, Jesús, de
quien se dice que no sólo hacía transformaciones y curaciones, sino que era
capaz de andar por las aguas y explicar complicadas ecuaciones (“parábolas”).
Incluso se resucitó a sí mismo, algo que no está al alcance siquiera de
Dumbledore ni de lord Voldemort. No conforme con eso, tras su resurrección hizo
–según Hermione– otro de los encantamientos más difíciles y peligrosos (te
puedes dejar atrás medio cuerpo), la multiaparición simultánea con
transformación corporal. Ya su madre dio señales de poder al engendrar y parir
a Jesús sin dejar de ser virgen, aunque los alumnos de los cursos superiores de
Hogwarts se preguntan, con sonrisitas, qué interés tiene este poder. Además, en
este punto hay más dudas, pues se dice que la ayudó una criatura mágica,
seguramente el Fénix o una lechuza (aunque algunos, con improcedente guasa,
dicen que fue una paloma).
Cientos de discípulos del tal Jesús,
denominados "santos", han realizado asimismo hazañas mágicas
notables, a las que los muggles llaman "milagros". Quienes creen
estas cosas se denominan “católicos”, y dicen que la mayoría de esos santos
residen en un fantástico lugar que denominan "Cielo", al que todos
quieren ir, pero la entrada a este sitio es más enigmática que la del andén nueve
y tres cuartos. ¡Hasta se dice que para acceder hay que estar muerto! Todas
estas habladurías disparatadas han despertado la imaginación de los
estudiantes, que especulan con que Jesús era un mago rebelde educado en la
escuela superior de Durmstrang que se fue con los muggles para llevarlos
(¿vivos o muertos?) al Cielo junto a sus padres –de Jesús–, contraviniendo
todas las advertencias del Ministerio de Magia. Como además se llevó algunos
secretos (libros prohibidos donde se explicaba cómo resucitar, qué es el Cielo
y dónde está, el método alquímico de la “transubstanciación", y cómo
conseguir ser tres en uno), el Ministerio envió a un gran mago auror (cazador
de magos negros), Lucifer, para que lo volviera al orden, pero Jesús no le hizo
caso, lo derrotó y lo difamó entre los muggles. Esta difamación se extendió a
todos los magos que no estaban de acuerdo con Jesús.
Las referencias sobre el origen de
la "Religión" que se estudia en España son preocupantes, y se agravan
por el hecho de que a los profesores los nombra "la Iglesia", una
organización seguidora de Jesús que perseguía y hasta mataba a quienes no pertenecieran
a ella, y que se ensañaba especialmente con las brujas (lo que corrobora el
enfrentamiento de Jesús con el Ministerio de Magia). A pesar de eso, Harry y
sus amigos parecen haber solicitado una ampliación de estudios en España.
Hermione está interesada, además de en la Religión, en lo que considera una
atractiva especialidad religioso-científica, la "Pioquímica" –donde
se estudian las buenas reacciones químicas de los seres vivos– y también en la
"Twología", que supone que es una asignatura superespecializada en
Dos, el número mágico creador del universo, y en la "Citología" –el
estudio de las mejores citas de grandes autores mágicos, que se organizaban en
células–. Sin embargo, la profesora McGonagall duda de la exactitud de todo lo
que se dice y, en todo caso, le parecería muy peligroso. Es posible que la
propia profesora sea la primera en indagar la veracidad de los rumores e
intente verse con los llamados "curas", que, según el nombre, deben
ser medimagos; también tiene noticias de que los curas, en las llamadas
"misas", suministran comidas y bebidas mágicas, pero esto aterroriza
a la profesora, pues ha oído hablar de antropofagia: convierten pan y vino en
el cuerpo (¿desangrado?) y la sangre de Jesús y luego ¡se lo comen y se la
beben! Y encima, a los católicos les gusta representar a Jesús torturado,
clavado en una cruz.
Tal vez
McGonagall prefiera visitar a alguno de los magos más acreditados, aunque
quizás sean más peligrosos, pues por sus nombres tal vez puedan aguijonear (los
citados "obispos") o golpear ("cardenales"). Incluso podría
intentar visitar al más importante, al que –como a los otros– prohíben tener
hijos pero denominan “Padre” y hasta “Papa”, aunque no entiende que el anterior
dimitiera porque “no estaba muy católico”. Respecto a él, los propios católicos
siguen con sus prácticas macabras: tienen un alimento al que llaman en femenino
“papas” y se regodean en laminarlas, freírlas y, de nuevo, comérselas; aunque
reconocen que para llegar a esto, a veces deben echarle “un par de huevos”.
McGonagall, mientras tanto, es muy
estricta en prohibir las escapadas de sus estudiantes a España; les ha
advertido que, según sus primeros datos, los profesores de Religión, los curas
y sus superiores, podrían ser en realidad un tipo de dementores, y recordó a
los estudiantes de primero y segundo que los dementores, aunque se quiten la
túnica negra, tienen el poder de absorber las emociones positivas de sus
víctimas, causándoles una grave depresión y, con el tiempo, la locura. Como
sabemos, de los dementores comunes son especialmente espantosos sus besos, y
McGonagall cuenta que, en tiempos de Jesús, actuó contra él un poderoso
dementor común llamado Judas. Pero la profesora se pone especialmente seria
cuando advierte: “los curas, obispos y cardenales no son dementores comunes, y
entre ellos abundan los que no se conforman con los besos (ya me entendéis),
especialmente cuando se trata de niños”.
Publicado en Diario Progresista (11-6-2013)